Después de más de un año de negociación, se ha acordado por unanimidad la reforma, permitiendo que los autónomos paguen de acuerdo con su «ingreso real«. El Ministerio de Seguridad Social, presidido por José Luis Escrivá, ha logrado consensuar con los agentes sociales y las principales organizaciones de autónomos para desplegar esta profunda reforma entre 2023 y 2025.
Los autónomos cotizarán en función de sus ingresos, al igual que los trabajadores asalariados. Tras muchos cálculos numéricos, a partir de 2025 se han establecido 15 tramos de ingresos, con un coste de entre 200 y 590 euros al mes, que se irán alcanzando progresivamente a lo largo de los próximos dos años.
Las nuevas cuotas acordadas para los autónomos
La reforma definitiva se adoptará suponiendo al menos una reducción de las cotizaciones de los trabajadores, ya que a día de hoy el mínimo es de 294€ mensuales (o 377€ para empresas independientes). En cambio, aumentará los salarios de los trabajadores por cuenta propia mejor pagados, quienes ajustarán gradualmente su contribución a sus ingresos netos.
Hay que tener en cuenta que entre los más de tres millones de autónomos, unos 1,3 millones, se sitúa en el grupo más bajo con menos de 670 euros al mes.
El sistema está diseñado para que sea flexible, de forma que los autónomos puedan cambiar de departamento en función de sus ingresos. El acuerdo establece que la Seguridad Social reconoce los cambios en la regla de cotización cada dos meses.
Sin embargo, la agencia estatal controlará la contribución y los ingresos del trabajador por cuenta propia y podrá exigir el pago de la diferencia si el empleado tiene un ingreso neto superior al que le corresponde. El pacto social también incluía mejoras en la protección social, en particular el paro de trabajadores autónomos o inactivos.
Sindicatos y organizaciones progresistas han subrayado que junto a una valoración más justa en función de los ingresos, la Seguridad Social también debe mejorar algunas prestaciones como estas.
Cambios en los tramos de cotización de los autónomos
La importancia de la reforma
El acuerdo quedará recogido en la legislación que seguirá el Gobierno, a través de compromisos legislativos de la coalición PSOE y Unidas Podemos para asegurar el futuro de la previsión social y el sistema público de pensiones.
El hecho de que los autónomos puedan determinar el importe de las cotizaciones provoca varios desequilibrios, como el nivel mínimo de protección social, pensión, bajas por enfermedad, permisos de nacimiento… Lo cual es inusual para los trabajadores de bajos ingresos y aquellos que ganan miles de euros al mes para pagar lo mismo mes tras mes. Porque el 86% de los autónomos cotiza lo mínimo posible.
Además, esta situación ha provocado un gran déficit en el sistema de seguridad social de los autónomos (RETA), muy superior al de los trabajadores. Según los últimos datos del ministerio, este desfase ronda los 10.000 millones de euros y supone que el sistema gasta más del doble en cotizaciones.
Cuotas de autónomos en 2023, 2024 y 2025
Con el nuevo RETA, los autónomos cotizarán según lo que ganen, como empleados, y no según lo que elijan. Nueve de cada diez pagarán lo menos posible. Los 15 niveles de ingresos se establecen entre 200€ y 590€ mensuales a partir de 2025, que se irán alcanzando progresivamente durante los dos próximos años.
Otro aspecto que causó más problemas para llegar a un acuerdo fue la estipulación legal de que al final del período transitorio de la reforma. El precio se calcularía de acuerdo con la utilidad neta.
Según UATAE, “se han logrado salvaguardas de estandarización del sistema, por lo tanto, se han continuado reducciones adicionales a partir de 2025, así como mejoras en las condiciones de desmantelamiento y un compromiso continuo para negociar mejoras futuras en el sistema”.
El desarrollo del sistema privado es parte de la reforma de pensiones encaminada a mantener el sistema de seguridad social. Ahora el ministro José Luis Escrivá y Borja Suárez, deberán empezar a negociar el resto del conjunto de segundas medidas para cumplir con los cambios prometidos.
Todo antes de que finalice el año y bajo la supervisión de Bruselas.